Uno de los materiales con los que más me gusta trabajar es el crin.
Se pueden hacer formas maravillosas y, jugando superponiendo capas o con los plisados, conseguir efectos increíbles.
Los resultados son fantásticos y se traducen en piezas muy delicadas y favorecedoras.
Se trata de un trabajo totalmente artesanal que hace de ellas piezas únicas e irrepetibles.
Me gusta especialmente el efecto que produce sobre la piel, ya que nos permite destacar algunas zonas y jugar con las sombras sobre la cara.
Además otra de sus ventajas es que es un material muy ligero, lo que hace de estas piezas muy cómodas y fáciles de llevar.
Se pueden hacer formas maravillosas y, jugando superponiendo capas o con los plisados, conseguir efectos increíbles.
Los resultados son fantásticos y se traducen en piezas muy delicadas y favorecedoras.
Se trata de un trabajo totalmente artesanal que hace de ellas piezas únicas e irrepetibles.
Me gusta especialmente el efecto que produce sobre la piel, ya que nos permite destacar algunas zonas y jugar con las sombras sobre la cara.
Además otra de sus ventajas es que es un material muy ligero, lo que hace de estas piezas muy cómodas y fáciles de llevar.